Uno de los sectores que más se ha beneficiado de estas herramientas es el del comercio minorista, donde el TPV Comercio se ha convertido en una pieza fundamental para la operativa. La implementación de esta clase de sistemas permite controlar no solo las ventas, sino también la gestión de clientes, el seguimiento de productos por categorías, la aplicación de descuentos y promociones y el cierre de caja con mayor precisión. Además, un TPV bien diseñado ofrece estadísticas en tiempo real que ayudan a visualizar tendencias de consumo, productos más vendidos y horarios de mayor afluencia. Esto permite planificar campañas de marketing con mayor efectividad y mejorar la experiencia de compra. El sector de la restauración y la hostelería ha visto un gran cambio con la llegada de sistemas especializados como el TPV hostelería, pensados para facilitar la organización en bares, restaurantes, cafeterías y otros negocios de atención al público.