El proceso comienza con la elección del guion, donde la productora debe evaluar cuidadosamente las opciones para encontrar una obra que sea atractiva para el público y que se ajuste a su visión artística y comercial. Una vez seleccionada la obra, se procede a realizar el casting de actores, una etapa crucial para dar vida a los personajes y garantizar un desempeño talentoso y convincente sobre el escenario. La productora de teatro también se encarga de la logística y la planificación del montaje. Además, la promoción del espectáculo es otro aspecto esencial que lleva a cabo la productora. A través de estrategias de marketing y publicidad, la compañía se encarga de dar a conocer la obra al público objetivo, lo que implica la creación de campañas de promoción, la gestión de redes sociales y la colaboración con medios de comunicación para generar interés y aumentar la venta de entradas.