La historia de las tartas de queso se entrelaza con la historia del queso en sí. Los orígenes de este postre se pueden rastrear hasta la antigua Grecia, donde se cree que los antiguos atenienses ya disfrutaban de un postre similar al queso feta llamado sambocade. Esta preparación consistía en una mezcla de queso, miel y harina, que se horneaba hasta obtener una textura similar a la de las tartas de queso modernas. Con la expansión del Imperio Romano, esta delicia llegó a Roma y se adaptó a los ingredientes disponibles en la región. Los romanos incorporaron ricotta y miel, creando una versión temprana de la tarta de queso que hoy conocemos. A lo largo de la Edad Media, esta receta se propagó por toda Europa, adoptando ingredientes regionales y preparaciones únicas. En este lugar podrás obtener más información: tartasdequeso.com